Esto no es algo muy claro, porque si alguien fuera a la iglesia con 20 amigos todos los domingos a la puerta de esta a insultar a todos los que asisten a la misa anunciándoles males y dolor eterno por participar en el acto religioso, lo más seguro es que durarían en esa puerta menos que un globo en la de un colegio.

 

La aprobación de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales supuso un completo mazazo para los sectores fundamentalistas de nuestra sociedad, ya que con este derecho se busca que la mujer que lo solicite pueda acceder al mismo con las condiciones más favorables para la protección y eficacia de los derechos fundamentales de la mujer solicitante, como lo son la vida, la integridad física y moral, la intimidad y la no discriminación.

 

Pero esta aprobación no logró el fin de la lucha anti aborto, tampoco supuso el fin de algunos grupos fundamentalistas, para lograr que las personas se sometan a una doctrina o moral concreta, estos grupos son cada vez más activos, los cuales sea han aliado a en una cruzada moral en contra del aborto, esta cruzada es manifestada en un hostigamiento permanente en diferentes ángulos a las clínicas en las cuales se brinda el servicio de interrupción voluntaria del embarazo, de esta manera se está violando la intimidad de la mujer que acude a estas clínicas para interrumpir su embarazo de manera legal, está siendo acosada y coaccionada.

 

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Estos grupos demandan ante diferentes organizaciones lo que ellos consideran graves ilícitos que cometen estas clínicas supuestamente, al brindarle a las mujeres el servicio de interrupción voluntaria, denuncias que en muchos casos son archivadas y en otros casos solo prosperan si cuentan con el apoyo institucional de alguna administración anti-aborto.

 

En las puertas de algunas clínicas del país se congregan pequeños grupos de personas, siempre son grupos de menos de 20 personas, las cuales se dirigen a las mujeres que van a abortar a las clínicas, en ocasiones las increpan, las insultan, coaccionan, molestan o les facilitan información tendenciosa o falsa del aborto y los males que este causa, de esta manera conculcan los derechos de la mujer y le generan estrés, ansiedad que son impropias de una sociedad democrática y de un estado de derecho.

 

Y ni qué decir del personal que labora en estas clínicas que también tiene que pasar entre los o las mismas fundamentalistas y no se libran de las mismas situaciones por parte de los que consideran la interrupción voluntaria del embarazo un pecado moral y montan guardia moral en las puertas.

 

Cuando se ha tratado de denunciar estas acciones siempre se ha chocado con una falta de sensibilidad inexplicable y con el argumento de los responsables políticos del respeto a la libre expresión de los que limitan y vulneran los derechos de la mujer que busca el servicio de interrupción, al parecer en nuestro país no se cuenta con recursos legales para que estas mujeres sean protegidas, pero si no existen estos recursos legales es necesario que se creen.

 

Algunas de las medidas que se pueden tomar para dar solución a este caso es que se imponga un mínimo de distancia de metros desde la concentración anti aborto hasta las puertas de la clínica que presta el servicio de interrupción, o que la difusión de información falsa sobre la interrupción voluntaria del embarazo o la obstrucción de ésta sean penalizadas.

 

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Fuente: https://www.boloniaabogados.com/cuando-el-aborto-es-la-penultima-cruzada/